El amor eterno es un tema recurrente en la poesía, y uno de los más destacados exponentes es Gustavo Adolfo Bécquer. En sus versos, el poeta captura la esencia de un sentimiento que trasciende el tiempo y la muerte. A continuación, exploraremos su poema más emblemático, donde el amor perdura en la memoria y el alma.
## Poemas para dedicar: El amor eterno de Gustavo Adolfo Bécquer
En el susurro del viento, tu voz resuena,
un eco de amor eterno que no se frena.
Eres la luz en la sombra de mis días,
la melodía dulce que ahoga mis agonías.
Bajo el manto estrellado, tus ojos brillan,
destellos de un amor que nunca se anidan.
El tiempo se detiene, se rinde a tu encanto,
en este latido, eterno, sin quebranto.
Amor que trasciende la vida y la muerte,
un vínculo profundo que nunca se verte.
Como un río que fluye, siempre sin cesar,
tu esencia en mi alma jamás va a escapar.
La distancia es un mito cuando el corazón late,
nuestro amor es un fuego que nunca se abate.
Aunque el mundo cambie y los años pasen,
en cada recuerdo, por siempre nos abracen.