En el viaje del amor, a veces enfrentamos despedidas que nos dejan huellas imborrables. Los poemas de despedida se convierten en refugios para expresar ese dolor y la esperanza de nuevos comienzos. En este espacio, exploraremos las palabras que sanan, que ritualizan la tristeza y celebran lo vivido, recordándonos que cada final es un nuevo inicio.
## Poemas para dedicar en la despedida de un amor eterno
En la brisa susurra tu nombre, un eco lejano,
y aunque el adiós pesa en el alma,
guardo en mi pecho un rincón eterno,
donde el amor florece, incluso en el ocaso.
Hoy parto con lágrimas que besan el suelo,
mis recuerdos son sombras de un amor sincero,
cada rayo de sol se vuelve un destello,
de lo que fuimos, y nunca seré un recuerdo.
Despedida amarga, un dulce veneno,
te dejo en mis versos, en cada suspiro,
aunque el tiempo se lleve lo que fuimos,
en el lienzo del alma, pintaré lo vivido.
Te beso la frente y cierro los ojos,
mi corazón llora lo que no se ha dicho,
mas sé que en el viento volará nuestro anhelo,
y en cada adiós guardo un fragmento divino.
Las estrellas lloran, testigos mudos,
de un amor que se escapa, de un sueño perdido,
la distancia duele, pero el amor perdura,
aunque nos separe, siempre serás mi abrigo.